Tuesday, June 24, 2014

Medicina Derramada y Seguro Gratis

En los 17 años en que Victor y yo hemos servido al Señor juntos, Dios ha proveido de muchas maneras y en muchas situaciones. Su provisión varia entre lo poderoso y milagroso a lo pequeño y tierno, pero de ninguna manera menos poderosa. Pero, su provisión el día 5 de junio gana primer lugar en nuestra lista de “Maneras Creativas de Dios para Proveer.”

El reloj apenas había llegado a la marca de las 10 p.m. cuando Martha, nuestra hija de 16 años, ¡nos avisó que habia tirado, por accidente, su medicina dentro de su cajón de calcetines! Después de rogarle y rogarle a la botellita, pudimos sacar las 2 gotitas para su dosis de esa noche y la gotita para el otro día! ¡Qué alivio!

El siguiente día, empezé a buscar en mi oficina la receta de Martha para que Victor pudiera ir a comprar la medicina que se había tirado. Mientras movía papeles, me topé con la poliza de seguro para el autobús. Una neurona en mi cerebro prendió y sonó la alarma que recordó que Victor había mencionado que la poliza se iba a vencer en mayo. Así que, tomé el sobre, lo llevé a Victor y sí, la poliza se había vencido seis días antes, el 31 de mayo.

Considerando que pensábamos usar el autoús en menos de 5 días para llevar el equipo de voluntarios a la caravana en Michoacán, teníamos que comprar otra poliza de seguro lo más pronto posible. ¿El problema? No teíamos el dinero para pagar la poliza de más de $5000 pesos.

Yo le sugerí a Victor que simplemente marcara a la aseguradora, mientras que yo seguía buscando la receta de Martha. Le comenté que preguntara acerca de una poliza de 6 meses o aún algún arreglo de un mes. Aunque no teníamos el dinero para el seguro, necesitábamos el seguro y, cuando necesitas seguro, ¿qué haces? ¡Llamas a la aseguradora!

Victor llamó a la compañía, les dio el número de nuestra poliza y fue informado que nuestra poliza ¡había sido cancelada por falta de pago! Allí estaba Victor con el recibo de pago en la mano y le decían que no habíamos pagado. De alguna manera, por alguna razón, el agente que había hecho la poliza no había reportado nuestro pago a la compañía y nos habían cancelado la poliza. Tecnicamente, ¡habíamos estado manjando el autobús todo un año confiados que estaba asegurado cuando no lo estaba!

Después de algo de conversación, la agente al otro lado del teléfono prometió investigar la situación y llamarle a Victor en un rato más. Yo le mandé por correo electrónico la copia de la poliza y el recibo de pago y Victor salió de la casa para ir por la medicina de Martha y hacer algunos otros mandados mientras esperaba la llamada de la aseguradora.

Yo seguí con mis actividades de esa mañana cuando, como una hora despues, Victor me llamó desde su celular. Exclamó con mucha emoción: “¿Adivina qué? La agente acaba de llamar. Siguen sin saber muy bien lo que pasó, pero considerando el hecho de que pagamos por un año de seguro que realmente no teníamos, ¡nos ofrecieron un año de seguro gratis para el autobús!” ¡Nos reimos y nos reimos! La representante de la compañía explicó que, si hubieramos sufrido un accidente durante el año previo, se hubiera descubierto el error y nos hubieran cubierto. Así que, tecnicamente no teníamos seguro, pero si hubiéramos chocado nos hubieran cubierto, pero como realmente no teníamos seguro ¡nos dieron otro año de seguro gratis! (¿Me siguieron?)

Victor se vio que el agente mas tarde ese dia y recogio nuestra poliza por un ano de seguro gratis para el autobus! En toda la emocion del seguro se nos olvido un ratito lo de la medicina. Pero, luego, antes de colgar, Victor siguio diciendo: “Y sabes que paso con la medicina de Martha? Cuando me iba de la casa para comprarla, venian llegando dos enfermeras voluntarias de Pescadores de Hombres para checar el medicamento para la siguiente caravana. Les pregunte que si sabian que si teniamos ese medicamento en las cajas. Se empezaron a reir y explicaron que el domingo pasado una hermana de su iglesia les habia regalado ocho frascos de ese medicamento porque su doctor se la habia suspendido y que ellas traian el medicamento en sus manos!” Y, con eso, las enfermeras dieron las botellitas de medicina a Victor!

Tengo que admitir que cuando Martha nos dijo que habia tirado su medicina en sus calcetines la noche anterior, yo estaba bastante irritada. Pero, tambien tengo que admitir, que al otro dia le tuve que ir a dar las gracias a Martha por haber tirado su medicina! (Hubieran visto su cara de confusion cuando le di las gracias!) Debido a su medicina tirado, yo encontre la poliza vencida de seguro, que nos llevo a un ano se seguro gratis, y hasta Dios nos dio la medicina gratis de pilon!

Dios ciertamente tomo la oportunidad de la medicina derramada para recordarnos que su provision creativa no tiene limites! Verdaderamente “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien,” (Romanos 8:28)....aun la medicina derramada!


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