Friday, June 5, 2015

Victor, mi esposo, se encuentra esta semana dirigiendo una Campaña Médica Misionera y Evangelística con un equipo interdisciplinario, multilingüe, e internacional de más de 30 voluntarios con el propósito de compartir el Evangelio de Jesucristo en cooperación con una iglesia cristiana local en Catemaco, Veracruz, el capital mexicano de brujería.   
Aquí hay algo del sabor internacional en esta caravana:el Dr. Bill (sentado) con tres alumnas americanas de pre-medicina escuchando a las necesidades de una paciente (sentada con la blusa blanca) mientras que nuestra segunda hija mayor, Diana (parada en blanco), traduce.

Por lo mientras, acá en el Rancho...yo, Julie, estoy....bueno, ¡creo que simplemente estoy!

Yo....simplemente siendo yo. Aquí estoy trabajando en ese mismo blog una tarde de esta semana.

Victor y el equipo, en el poder del Espíritu Santo, están haciendo retroceder la oscuridad espiritual con la luz de Jesucristo en un pueblo lleno de brujería y prácticas de maldad.

El equipo trabajando durante la caravana de Catemaco, Veracruz.
 Por lo mientras, acá en el Rancho...estamos...¡matando ratones!

¡Odio los ratones! La primera noche en que Victor estuvo de caravana, Caleb y yo vimos tres ratones en la sala...¡uno de los cuales se metió a mi recámara! Así que, al día siguiente, nuestra hija mayor, Angie, fue a la tienda y compró tres trampitas de las pegajosas. Esa misma noche, cuando pasé al baño...un ratón corrió a la esquina. Rápidamente puse una de las trampas cerca de la puerta con un poco de crema de cacahuate en medio de lo pegajoso y, en menos de 5 minutos, ¡cayó el primer ratón! Problema...¿¡ahora, qué hago con el ratón!? Toda la familia ya estaba acostada, pero Josías escuchó todo al alboroto y vino a mi rescate, deshaciéndose del ratón mientras que yo volteaba hacia otro lado...parada sobre una silla. En menos de 20 minutos ya habían caído dos ratones más. Martha, Jocelin y Josías me salvaron de esos ratones al tirarlos mientras yo me escondía encima de mi cama. PERO....seguí escuchando a otro ratoncito durante la noche. ¡La caza sigue!

Aquí pueden insertar su propia imagen imaginario: usa tu imaginación para la escena de los ratones. No les quise atemorizar con fotos verdaderas.

Victor y el equipo, por medio de la verdad de Jesucristo, están llevando a persona tras persona al trono de gracia para que sus pecados sean lavados por el perdón de Dios.


Leonel (del lado derecho), quien es el pastor de jovenes de nuestra iglesia, además de ser el novio de nuestra hija, Martita, y, si Dios lo permite, nuestro futuro yerno, compartiendo el Evangelio con una muchacha durante este caravana a Catemaco, Veracruz.
 Por lo mientras, acá en el Rancho...¡también lavamos! Lavamos trastes....¡muchas trastes! Oh, y ropa también...y sábanas, y toallas y trapos. O, ¡y caritas y uñas y manitas!

Victor y el equipo empiezan cada día con un devocional en grupo donde escuchan la Palabra, cantan Sus alabanzas y se unen en el Espíritu.


El equipo durante el devocional del martes por la mañana.

 Por lo mientras, acá en el Rancho, también hacemos un devocional familiar cada mañana. Escuchamos la Palabra, cantamos Sus alabanzas y....bueno, así lo dejamos, ¿sale? El “unirse en el Espíritu” se dificulta un poco cuando los más chicos pelean por sentarse en un cierto sillón.

Aquí pueden insertar tu imaginación multi-media de tres niños intentando sentarse a la misma vez en un sillón diseñado para una sola persona. Luego estos mismos tres niños cantan al Señor con la cara de enojo ya que alguien más les ganó su lugar deseado. Porque, recuerda, sentarse en el sillón correcto es, después de todo, una de las cosas más importantes en la faz de la tierra.

Esta semana Victor coordina el equipo para que cada uno lleve acabo su tarea asignada por Dios conforme a sus dones, talentos y habilidades: desde cirugía hasta dental hasta farmacia hasta consejería.


La Dra. Leslie, una de nuestras dentistas fieles mexicanas, trabajando en una paciente esta semana.

 Por lo mientras, acá en el Rancho, reviso la lista de quehaceres por quinta vez en el mismo día y voy para buscar a aquél que le toca lavar los trastes. Bueno, él ya está aquí...pero ¿dónde está la que le toca enjuagar? Ah, ella se cansó de esperar al que le tocaba lavar y se fue. Bueno, bien, ya tenemos él que seca, él que guarda los trastes, la que enjuaga....¿dónde está él que le toca lavar que ahorita estaba aquí?
Nuestras listas de quehaceres colgadas en el refri.

Muchas veces en nuestras vidas podemos ver donde el Señor ha puesto a otro y desear su lugar de servicio o sus circunstancias o la manera en que el Senor lo usa. Hasta nos encelamos por su sufrimiento al pensar que su sufrimiento no requiere tanto sufrimiento como mi sufrimiento.

Oh, si sólo tuviéramos la habilidad de contentarnos. Oh, si sólo tuviéramos la habilidad de confiar: confiar que Dios verdaderamente me ha creado...para eso....para ahora. Oh, si sólo tuviéramos la habilidad de creer que Él realmente está obrando conforme a sus propósitos y para bien en medio de todas mis circunstancias. Oh, si sólo tuviéramos la habilidad de ver lo ordinario como extraordinario y lo común como santo.

Las palabras de Oswald Chambers en “En Pos de lo Supremo” hablan acerca de eso: “Para vivir veinticuatro horas al día como un veradero creyente, haciendo frente al trabajo cotidiano como discípulo de Jesús en el anonimato, sí que resulta imprescindible la gracia sobrenatural de Dios. Tenemos la idea innata de que hemos de realizar cosas excepcionales, grandes empresas para Dios, pero no es así necesariamente. Hemos de ser excepcionales en las cosas vulgares de la vida diaria y santos en las calles de nuestra ciudad, entre la gente común. Y esto no se aprende en cinco miutos.”

Oh,¡que tuviéramos la habilidad de hacer lo común para Jesus! Y, oh, por la habilidad de ver esa cosa común como Él lo ve....y, de repente, bueno, poco a poco, ¡nos damos cuenta que no es tan común!

Lo voy a intentar. Aquí....una nueva oración inicial para el blog de hoy: Julie, en casa en Rancho el Refugio esta semana, se encuentra coordinando las actividades de 15 de sus hijos preciosos, tanto niños como jovenes, a la vez que dirige un staff de multiples enfoques trabajando juntos para llevar acabo las tareas cotidianas que resultarán en el enseñar, sanar, inspirar, amar y formar la siguiente generación de seguidores de Jesucristo.


Así que, ¿tienes algunos ratones para atrapar esta semana? ¡Vamos a atrapar ratones para Jesús! (Y, por lo mientras, lavar algunos trastes, trapear algunos pisos, revisar tareas escolares, et cétera...:-) )