Lo que hace único a Rancho el Refugio es nuestro llamado a ser familia,
no una casa hogar, no un orfanatorio, ¡pero una familia de por vida! Y, ser familia significa que los hijos crecen….¡y
se casan!
Angie llegó a ser mi hija mayor a la edad de los 11 años,
¡ya
desde hace 16 años! Y ahora, ¡ya
está
casada! No hay palabras, ni siquiera
fotos, que pueden captar acertadamente la profundidad, anchura y alcance que
esta boda ha tenido en nuestros corazones y vidas, pero haré
mi mejor de compartir con Ustedes lo que significó, y lo que significa…¡por
medio de compartir un album de fotos y recuerdos de la boda!
Así
que, ¡disfruten
ese blogbum (blog + album=blogbum) acerca del día especial de Angie y Juan!
Quién: Juan Angel Torres y Angelica (Angie) Velazquez
Cuándo:
26 de octubre, 2019
Dónde:
el jardín
de la casa de los papás de Juan en Acapulco, México
Por supuesto, los preparativos empezaron semanas y semanas antes de la
boda para poder alistar cinco vestidos de damas, ir a pruebas de vestido, explorar
opciones para el cabello y maquillaje…y para que Grandpa le enseñara
a Caleb a amarrar su corbata.
Ana en su prueba de vestido |
Grandpa y Caleb con la corbata |
El día
de la boda comenzó con la boda civil.
Los papás de Juan abrieron las puertas de su casa, no solo para la
boda civil por la mañana, ¡pero también para la boda religiosa por la
tarde! ¡Fueron dos bodas en un día!
Como parte de la ceremonia de la boda civil, el juez leyó
los nombres de los padres de Juan y de Angie desde sus actas de nacimiento para
que pudieran tomar sus respectivos asientos.
El papá y la mamá de Juan pasaron a sus lugares, al igual
que la mamá
biológica
de Angie, mientras que yo me quedé sentada junto con mi familia, ya que
mi nombre no se encuentra en su acta de Angie.
Pero luego, al continuar con la ceremonia, Angie respetuosamente
interrumpió
al juez y le comentó: “Tengo otra mamá.” De manera cordial, el juez señaló
el asiento al lado de la mamá biológica de Angie para que yo
tomara ese lugar. ¡Qué
momento tan bello! Hace 16 años
yo elegí
a Angie para que fuera mi hija, y ¡fue precioso ser elegida por ella para
tomar ese asiento ahora!
Luego, en el momento asignado para firmar el acta de matrimonio, el
juez dijo algo que en el momento no capté, pero que, gracias a mi amiga, Vero,
pude apreciar después. Dijo: “La mamá
que está
aquí
en representación del padre puede firmar aquí.” Ahora, yo sé que él se refería
a un padre terrenal, pero, alabado sea el Señor, yo sé
en representación de CUÁL Padre me encontraba allí…un
buen, buen padre…de hecho, ¡un padre PERFECTO!
Firmando el acta de matrimonio |
Abrazo madre/hija |
Angie y Juan después de la boda civil |
Ana tocando el preludio para la boda |
Quiero suponer que otras familias con padres ausentes han enfrentado
momentos en sus vidas cuando la sociedad da por sentado que un padre debe estar
presente….por ejemplo, para entregar a la novia. Como muchos, nuestra famlia se enfrentó a
ese escenario. Pero, mientras que el pecado
rompe y crea vacíos, ¡Cristo llega lleno de redención y sanidad! Josías, mi hijo biológico
mayor, tenía
solo tres años
cuando Angie llegó para ser su hermana mayor. Caleb nació a las tres semanas después
de que Angie llegó a formar parte de nuestra familia. (Por cierto, ¡le tocó a ella cambiar muchos de sus
pañales!) Así que, mis varones no pueden recordar
la vida sin su hermana mayor. Por lo
tanto,
¡fue muy conmoveedor verlos caminar con ella por el pasillo y entregarla
en el altar!
Josías y Caleb acompañando a Angie y David llevando la cola |
¡Qué
vista tan hermosa ver a la hermana biológica de Angie, y mi segunda hija mayor,
Diana, servir como dama de honor, junto con mis otras cinco hijas que siguen en
casa brillando como damas!
Las Damas |
Consejos prácticos para el matrimonio fueron compartidos con amor por medio
de la Palabra de Dios por Grandpa, mi papá, David Claassen, y traducido al
español
por Josías,
su nieto. ¡No hay nada mas especial!
Yo tuve el privilegio de entregarle a Juan y a Angie la Biblia y mis
papas, lo anillos.
Entregando la Biblia |
Entrega de los anillos |
Para concluir la ceremonia, los papás del novio y la novia pasamos
para orar por nuestros hijos. ¡Qué
privilegio tan gozoso y a la vez qué tan grande responsabilidad el poder
orar y nutrir las vidas espirituales de mis hijos, sus parejas y mis
nietos! Rancho el Refugio, y su legado y
su ministerio, durará por generaciones…¡porque la familia dura por
generaciones!
Orando por mis hijos |
El beso oficial! |
Amo a mis hijos! |
Una boda es un día especial por el compromiso que se hace y la celebración
que ese compromiso merece, pero, ¡el día se vuelve aún
más
especial debido a las personas especiales que están presentes para compartirla!
¡Mis
papás
siguen brillando en su papel como abuelos para tantos!
Grandpa y Grandma con los novios |
¡Qué
bendición
poder ver a la segunda mayor de mis hijas, Diana, y a su familia: Robbie, y mi
nieto, Liam; ¡además de conocer a mi nueva nieta, Layla! Martita, la tercera mayor de mis hijas, y su
esposo, Leonel, ¡orgullosamente andaban con su tesoro!
Adrián
y Vero, aunque oficialmente parte del staff de Pescadores de Hombres, verdaderamente
ocupan el lugar de familia en nuestros corazones y vidas. ¡Tío, tía y primito llenan nuestras
vidas con amor, apoyo y mucho gozo!
Hace mas de una década, el Señor llamó a Ashleigh Weis a formar parte
del staff aquí en el Rancho como misionera a corto plazo. Aunque solo estuvo aquí un par de años,
la amistad, y su compromiso con el ministerio, ya es de por vida. Ella ahora sirve como Presidenta de nuestra
mesa directiva. Fuimos bendecidos por su
visita, junto con su hermana, Amanda, para la boda.
Si tuviera que escoger una palabra para describir esta boda, ¡sería
FAMILIA! ¡Qué testimonio de la fidelidad y
redención
de Dios!
Cuando percibí el llamado de Dios sobre mi vida a la edad de 13 años,
Dios comenzó
a sembrar en mi el deseo de crear una familia para aquellos que lo
necesitaban. Por el paso de los años,
el pecado, las circunstancias y Satanás han amenazado con esa visión
sin cesar. Aunque nos falta mucho para
crecer, y sanar, una familia lo somos…¡por la gracia de Dios y para Su gloria!
Angie y Juan, mi oración para ustedes, es que puedan vivir, y
disfrutar, TODOS LOS DÍAS, el baile hermoso y delicado de la gracia y amor de
Dios en su matrimonio.