¡Qué
gozo es tener otra autora invitada en el blog esta semana! ¡Mi
corazón canta al ver los
que el Señor ha llamado a
México obedecer ese
llamado y luego compartir sus obras maravillosas con otros! El blog
de hoy tocó mi corazón
de manera especial ya que la historia de Joanna me recuerda mucho de
mi propia jornada en cuanto al llamado de Dios sobre mi vida hacia
México. ¡Qué
recompensa y qué
enriquecimiento ver la siguiente generación
(no siento con suficiente edad para decir eso) de los que el Señor
está levantando para Su
servicio alrededor del mundo! Ahora, que disfruten leer más
acerca de la jornada de fe de Joanna! - Julie Zaragoza
Apenas
puedo recordar la primera vez que conocí
a Victor y Julie Zaragoza porque era tan chiquita. Los conocí
en una pequeña iglesia en
el campo, la Iglesia Cristiana Shiloh. Cuando primero los conocí
solo tenían a un hijo,
Josías. No recuerdo de
qué predicó
Victor. Me supongo que estaban en la iglesia de mi familia para
compartir acerca de su llamado y su sueño
para el ministerio. ¡Yo
recuerdo haber pensado que Victor hablaba muy rápido
y que el hecho de que Julie pudiera hablar dos idiomas era
absolutamente increible!
Cuando yo
estaba en el segundo año
de primaria, en el mes de febrero, mis padres fueron con un grupo de
nuestra iglesia para ayudarles a Julie y a Victor a construir una
casa donde pudieran adoptar a mas hijos. Mis padres tomaron la
decisión de dejarme a mi
y a mi hermano mayor en los Estados Unidos durante el viaje, pensando
que éramos muy chicos
para llevar en un viaje misionero que se iba a concentrar en trabajos
de construcción. No
obstante, ya de regreso del viaje, mi mamá
le dijo a mi papá que
para la siguiente vez que regresaran a México,
necesitaban llevarme a mi y a mi hermano.
Hasta que
estuve en el cuarto grado de la primaria, a los 10 años
de edad, hice mi primer viaje a México.
Los vuelos se atrasaron y no llegamos al Rancho hasta el día
siguiente, cuando vi por primera vez la casa de un solo piso que mis
papás habían
ayudado a construir en su viaje. En aquel entonces, la casa solo
tenía 2 recámaras
y los Zaragoza tenían
seis hijos (creo). Esa semana lo pasamos paleando arena en cubetas
para usar en el trompo al hacer la mezcla para la cimentación
del edificio que no formaba parte de la escuela. Durante la semana,
me enamoré de la gente
del Rancho.
Después
de ese viaje, mi familia decidió
que Dios nos estaba llamando a México
para vivir allí de manera
más permanente. (Hay
mucho más acerca de esa
historia, pero ya me estoy alargando.)
Mi familia
hizo un viaje más a
Rancho el Refugio durante el verano después
de mi sexto año de
primaria, cuando yo tenía
12 años. En ese viaje,
que también fue con un
grupo de nuestra iglesia, ayudamos a construir un muro de retención
para que la tierra no se deslavara debajo de la cimentación
que habíamos construido
dos años anterior. Esta
vez, los Zaragoza tenían
11 hijos, una casa de dos pisos y la cimentación
que habíamos colado ahora
tenía el edificio de la
escuela encima.
Cuando
tenía 13 años,
mis padres vendieron nuestra casa e hicimos el largo viaje a Rancho
el Refugio. Allí
quedamos 2 años. Durante
ese tiempo, fui a mi primera caravana (Campaña
Médica Misionera y
Evangelística-CMME). Me
enamoré de la familia
Zaragoza, el país, el
idioma, la cultura y la gente allí.
Miré con asombro
mientras Dios permitió a
la familia Zaragoza crecer desde 12 a 18 hijos en ese corto tiempo.
Ahora, tres años
y medio después, estoy de
vuelta en México. Ya
tengo 19 años. Durante
la última semana y media,
mientras he estado en México,
Dios ha estado moviendo en mi corazón
y confirmando lo que he sabido desde muy chica. Soy llamada a la
obra misionera al sur de la frontera de los Estados Unidos de
América. Aunque lo haya
ignorado durante algunos años
de mi vida, es abundantemente claro, y ya no puedo negar, que si
habré de seguir a Jesús,
significará
vivir en un país
que no es mío.
Durante este viaje mas recién,
asisití a una caravana
(CMME) donde pude trabajar con la Dra. Ely, una ginecóloga.
Vi a enfermeras alumnas poner suero y aprendí
mucho acerca del lado físico/médico
de las caravanas. Mientras estuvimos de caravana, Victor predicó
acerca de ser llamado por Dios. Dios me demostró
su misericordia y perdón
cuando me di cuenta de que casi se me había
olvidado cómo se
escuchaba Su voz. Dios me dio la vuelta y me apuntó
en la dirección correcta
sobre Su camino.
Fotos del tiempo de Joanna en México:
Esto es Joanna (del lado izquierdo) con
Jamie Musselman, una de sus mejores amigas quien, debido a la
influencia de Joanna, se encuentra sirviendo aquí
en el Rancho desde octubre.
|
Ruth coloreando.
|
Joel preparado para limpiar dientes
durante la caravana.
|
El equipo de payasos evangelísticos
en la caravana con Victor en el fondo.
|
¡Joanna
con dos pequeños
“alguien”!
|
Jamie con un alguien pequeño,
también....¡David!
|
La montañas
mexicanas despidiéndose
de Joanna....
¡y listas
para saludarla de nuevo en el tiempo perfecto del Señor!
|
No comments:
Post a Comment